HomeInstagramFacebook
Home
Instagram
Facebook
En este campo no me considero muy conocedor, es más, me declaro un amateur. Difícilmente podría reconocer algunas cepas por su sabor, no tengo el paladar tan entrenado. Para comenzar, es un mundo donde hay que leer bastante, hay que dedicar tiempo, y por si fuera poco está reservado para personas con un poder adquisitivo generoso. Sin embargo me acerco cuando puedo. Seguramente en este tema mi papá pudo hbaer influido un poco ya que era buen tomador de vino, aunque tengo claro que este interés nació cuando hacía la práctica en Grupo Éxito, más concretamente en el maridaje que transcurría mientras yo era pasante. Incluso recuerdo que el primer vino que yo pude describir como "exquisito" fue un White Zinfandel de Gallo Family, un californiano prototípico: helado, color rosado claro, sabor y olor a frutas tropicales y dulce; extremadamente coqueto para el paladar de cualquier principiante.

Durante los siguientes 3 o 4 años hubo mucha efervescencia en torno al tema del vino. Muchos planes que lo incluían, mucha exploración en cuanto a cepas, marcas y casas. Y pronto comenzó a volverse paisaje porque era algo relativamente frecuente. Empezó a perder mística y cuando fui consciente de eso, entré en un receso en el que se volvió lo contrario, algo inusual. El vino pasó a ser un elemento más presente en los regalos que en consumo propio. Donde he regalado una botella de vino, he visto admiración, gratitud y respeto, y no son muchas las personas. He estado pretendiendo que recupere el status que se merece, que se vuelva un ritual.

Algo curioso que ocurrió con el vino en mi vida, fue que desplazó a casi todas las demás bebidas alcohólicas. No era un fan del aguardiente, el ron o el vodka, pero los tomaba si era lo que la gente estaba consumiendo en cualquier evento. Hoy mi selección prácticamente se encuentra entre vino o cerveza. Esto implíctamente también significó un cambio en los tipos de planes que me interesan. Me gustaba mucho el trasnocho, la calle, los sitios de fiesta, y hoy ya me resulta agobiante. El cambio en el tipo de bebida también transformó el tipo de planes en los que me gusta estar y en ese aspecto logré ver un cambio muy positivo.

Puede que visto desde algunos ángulos esto forme parte de la vanidad, el ego, y la opulencia; pero personalmente aquí pude ver que di un giro que trae más beneficios que perjuicios.

Home